top of page

Confesso que Capitu

 

Siglo XXI. Una mujer busca develar el deseo. Sola, delante de una computadora busca identificar sus anhelos. Bajo el telón de la virtualidad, entre mitos femeninos e historias de diosas, encuentra los ojos oblicuos y disimulados del personaje más enigmático de la literatura brasileña. Capitolina, la representación máxima de la mujer deseada, fascina a la narradora, quien transpone a su propia vida el desafío de ser Capitu.

Las mujeres se encuentran e involucran a la audiencia en su intimidad con sensualidad y gracia. Juntos, la narradora y su parafernalia electrónica, Capitu y los suyos, salidos de la obra Dom Casmurro, y los espectadores, buscan desenredar las historias entrelazadas entre sí, sobrepasando la diseccionada cuestión de la infidelidad en la obra, y transformando la acción en una confesión de sensaciones.

 

Esas múltiples mujeres son construidas por la actriz Elisa Lucas, orientada por el actor y director Roberto Birindelli, quien también es un multiplicador de personas en Il Primo Miraculo. El espectáculo es el resultado de una investigación en torno al proceso de construcción dramatúrgica del actor a partir de la transposición escénica de un personaje literario. Esa construcción tiene como cimento la invitación de la actriz al espectador para que se embarque en su imaginario, creando una relación de intimidad mutua entre el artista y el público.

 

Concepción

 

Atando las puntas de la vida...

Partiendo de la metáfora propuesta por el romance, en la que Bento Santiago escribe la obra para atar las dos puntas de la vida, las acciones de Capitu fueron construidas a partir de hilos, que representan esas puntas, las tramas de la vida del personaje que envuelven visualmente el imaginario del espectador. Por lo tanto, parte del escenario está compuesto de hilos que son transformados en el espacio escénico.

En el monólogo, la actriz alterna los personajes de narradora y Capitu, logrando distintas modulaciones de la energia, focos corporales y vibraciones para diferenciar a los dos personajes y hacer énfasis en los cinco momentos de Capitu: infancia, adolescencia, madurez, maternidad y vejez.

 

Crítica 

 

(...)... se resalta que la joven tiene competencia y potencialidad y consigue, con mucha naturalidad, atraer la atención de todos a lo largo del trabajo... Es un buen trabajo que merece aplausos. (...) Antonio Hohlfeldt, Jornal do Comércio, 2004.

 

(...) Es difícil transponer en el escenario una adaptación inteligente de un libro tan importante y fascinante, pero Elisa consigue superar esa dificultad muy bien. Con ingenio, Elisa encarna las distintas facetas de esa mujer seductora, infeliz, que detona el conflicto sicológico del pobre Bento Santiago.(...)

 

Marcelo Frizon, maestro en literatura brasileña, 2008.

bottom of page